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jueves, 14 de enero de 2010

Saté

Aquí estamos de nuevo con el desafío de diciembre de 2009. El nombre saté (o satay) hace referencia a los tradicionales pinchos de carne originarios del Lejano Oriente. Lo que distingue al saté de nuestros pinchos morunos es el adobado especial a que se somete la carne (que puede ser de pollo, cerdo o cordero). Este adobado está pensado para hacer la carne más tierna, además de darle sabor. Por ello no es necesario usar carnes caras, y el cerdo es especialmente adecuado, aunque a nosotros nos tira más el pollo, que es lo que he usado.

The January 2010 DC challenge was hosted by Cuppy of Cuppylicious and she chose a delicious Thai-inspired recipe for Pork Satay from the book 1000 Recipes by Martha Day.



El saté suele servirse con una salsa bien espesa de cacahuete, y para los gustos españoles, la primera vez puede resultar un poco raro. Pero como Indonesia fue en el pasado colonia holandesa, en Holanda el saté es un plato de lo más común, y se puede comer casi en cualquier sitio. Así que en los años que pasé en Holanda me harté de comerlo :-)

No hay mucho que añadir, así que voy a proporcionar una receta simple para quien quiera probarlo. Recuerda preparar la carne en adobo con suficiente antelación (lee toda la receta antes de empezar):

Para el adobo (para medio kilo de carne):
  • 1/2 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • 1 cucharadilla de cilantro molido (se muelen las semillas)
  • 1 cucharadilla de comino molido
  • 1/2 cucharadilla de cúrcuma (prácticamente sólo le da color, no es imprescindible)
  • 2 cucharadas de aceite (de oliva, o mezcla de aceites para wok)
  • 1/2 kg de carne (pollo, cerdo o cordero, que no sea cara)
Puedes picarlo todo finamente, o más fácil, meterlo en la picadora y que lo haga automáticamente. Funciona igual de bien y es mucho más rápido :-)
Los ingredientes menos habituales, como el cilantro molido o el jengibre, se pueden encontrar en tiendas asiáticas de alimentación, o en el Corte Inglés, claro.

Trocea la carne en trozos del tamaño adecuado para ponerlos en pinchos de madera.
Mezcla bien los trozos con el adobo, y déjalo reposar. Si usas cerdo o cordero, tiene que reposar 8 horas como mínimo, pero 24 horas le vienen muy bien. El pollo necesita un mínimo de 4 horas, pero 12 horas es mejor.

Para la salsa de cacahuete:
  • 180 ml de leche de coco
  • 4 cucharadas de mantequilla de cacahuete
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • 1 cucharadilla de azúcar integral de caña
  • 1/2 cucharadilla de comino molido
  • 1/2 cucharadilla de cilantro molido
  • 1 ó 2 (ó 3, si te atreves) guindillas de Cayena, machacadas, picadas o molidas
Mezcla los ingredientes secos en un cuenco pequeño.
Añade la salsa de soja y el limón, y mézclalo bien.
Mezcla a fuego lento la leche de coco, la mantequilla de cacahuete y la mezcla anterior. Mézclalo todo bien, y remueve de vez en cuando.

Puedes prepararla por adelantado y calentarla antes de servir.

O, en lugar de la salsa de cacahuete, puedes probar la variante con anacardos.

Preparación final
Cuando la carne esté lista, pon los pinchos de madera (si los quieres usar, porque no son obligatorios) en agua caliente durante 20 minutos. Después puedes hacer los pinchos, y hacerlos al grill. Tendrán un color especiado tirando a amarillo, por la cúrcuma.

Sirve los pinchos bien cubiertos de salsa de cacahuete, y listos. Se puede acompañar de patatas fritas o arroz, al gusto. En cualquier caso, el secreto está en la salsa (como se suele decir, ¿habéis visto la película 'Tomates verdes fritos'? Cada cocinero de saté tiene su receta secreta para la salsa de cacahuete, y esta que he puesto es bastante sencilla. Una amiga mía de Holanda (Sandra) hace una salsa espectacular, pero no he podido arrancarle su secreto. Quizá algún día... :-)