Scones

 Scones

Los scones se suelen servir en los high-teas ingleses, abriéndolos mientras aún están calientes, y sirviéndolos con mermelada y nata montada (o con melaza en lugar de mermelada).

Los scones son una especie de bollitos hechos a base de harina, levadura química, mantequilla y leche, a los que se puede añadir azúcar y huevos, dependiendo de la receta. El resultado es una masa suave y pegajosa que se hornea en pequeñas porciones en un horno caliente, para que se haga rápidamente. Crece bastante y adquiere un tono dorado por arriba y abajo, quedando blanco por los lados. La miga es ligera y suave, de color blanco.

Se cree que los scones son de origen escocés y que están emparentados con el bannock, otro pan rápido escocés, pero el origen de su nombre es un misterio, y hay teorías que le otorgan origen escocés, holandés o alemán.

Nuestra receta favorita de scones es (¡cómo no!) del libro How to be a domestic goddess, de Nigella Lawson, un libro que él solo se merecería una entrada en el blog. Es fácil y rápida de hacer, muy resultona, y los scones que salen, con nata montada y mermelada (la que sea, o con lemon curd), están de muerte:

Ingredientes

500 g de harina

1 cucharadilla de sal

2 cucharadillas de bicarbonato sódico

4¼  cucharadillas de cremor tártaro (se puede comprar en tiendas inglesas como "Cream of tartar")

75 g de mantequilla fría, cortada en dados

3 dl de leche

1 huevo grande, batido, para untar los scones antes de hornearlos

Preparación

Precalienta el horno a 220℃. 

Tamiza la harina, la sal, el bicarbonato y el cremor tártaro en un cuenco grande.

Mezcla la mantequilla con la harina y los otros ingredientes, frotando los bloques entre las manos para deshacerlo, hasta que quede una consistencia parecida a la arena húmeda. Tienes que poder sacar bloques de esta mezcla del tamaño de un puño, que se deshacen con poca presión.

Añade la leche de una sola vez, mezcla brevemente, y vuelca sobre una superficie enharinada, para amasar, también brevemente.

Extiende la masa con un grosor de dos o tres cm, y recorta discos de la misma con un cortador redondo de 6 cm de diámetro, o con un vaso o similar. Nigella dice que te tienen que salir unos 12, pero a nosotros siempre nos salen alrededor de 28 :-)

Coloca los discos sobre una bandeja de hornear cubierta de papel de hornear, no muy separados (si se pegan entre ellos, está bien), y úntalos con el huevo batido.

Hornéalos durante unos 10 minutos, hasta que estén dorados por arriba

Sírvelos calientes con lo que quieras, pero lo mejor es tener nata montada y varios tipos de mermelada, melaza, lemon curd, etc. 

¡Qué aproveche!