Sí, lo has leído bien: esta entrada lleva
Sushi por título. Aunque esta blog trate principalmente de las tartas que hacemos en Tartacadabra, también vamos a publicar aquí los resultados de nuestra participación en
The Daring Kitchen.
Para quien no lo conozca,
The Daring Kitchen plantea cada mes (con un desfase de 15 días) dos desafíos culinarios, uno de cocina y otro de pastelería. Lara participa en el de pastelería (por supuesto), y yo en el de cocina. Si el mes pasado Lara hizo
macarons, y este mes está ocupada haciendo... (no, no puedo revelarlo hasta que se acabe su plazo, a finales de noviembre, pero os aseguro que es para chuparse los dedos), a mí me ha tocado hacer
sushi. Asi que aquí va la línea de participación de
The Daring Kitchen (insertando esta línea en el blog ellos pueden comprobar automáticamente si has participado en el desafío o no):
The November 2009 Daring Cooks challenge was brought to you by Audax of
Audax Artifex and Rose of
The Bite Me Kitchen. They chose sushi as the challenge.
Hacer sushi no es tan difícil como uno puede imaginarse, pero sí que lleva un montón de tiempo, empezando por el necesario para hacerse con algunos ingredientes básicos. No voy a extenderme sobre los ingredientes comunes, como el arroz para sushi, el vinagre de arroz, la salsa de soja, etc. Pero sí que quiero comentar el jengibre agridulce, una delicia que se toma al cambiar de tipo de sushi, a modo de
amuse. No es fácil de encontrar, pero realmente merece la pena.
Aunque mucha gente se siente poco atraída por la idea de comer pescado crudo, hay que dejar claro que
el sushi no es un plato de pescado (necesariamente). Lo que define al sushi es el arroz aderezado con vinagre, azúcar y sal (de hecho sushi significa literalmente "[el arroz] está agrio"). El relleno más habitual es de pescado y/o marisco, pero otros rellenos a base de verdura, carne, paté, etc., son absolutamente válidos. Las posibilidades son amplísimas. De hecho, yo he usado otras cosas, como veréis más abajo.
El desafío consistía en hacer el arroz del modo tradicional, y preparar tres tipos concretos de sushi:
nigiri (bloques de arroz con un aderezo adicional colocado encima),
sushi en espiral, y un
dragón (dragon-roll).
En el dragón, el relleno va rodeado de
nori, y todo ello va envuelto en el arroz, al que se le coloca por encima una capa (las "escamas") de aguacate (o algún otro ingrediente que sirva para este efecto) cortado muy fino:
La cabeza del dragón está hecha de jengibre agridulce, y las garras y los ojos están dibujados con una reducción de vinagre de Jerez. El relleno del dragón era de salmón ahumado y crema de queso (tipo Philadelphia).
Los rollos espirales son fáciles de hacer y muy atractivos. Para rellenarlos yo usé pimientos del piquillo, calabacín a la parrilla y gambas al ajillo (y estaban para chuparse los dedos):
Los bloques que acompañan las espirales son un tipo especial de nigiri, que suele recibir el nombre de "acorazados" (
sushi-battleship): un bloque bajo de arroz envuelto en una banda alta de nori, lo que deja hueco para añadir un aderezo que tenga tendencia a deshacerse. En este caso usé un sucedáneo de caviar: huevas de liebre de mar. Por encima, unas gambas al ajillo de adorno. Y dibujado con la reducción de vinagre, los signos japoneses que significan "sushi" (como el título de esta entrada).
La parte menos inspirada (aparte de los acorazados, que no quedaron nada mal ;-)), fue el nigiri. El resto de los bloques de nigiri llevaban:
- Rodajas de calabacín a la parrilla
- Mitades de gambas al ajillo
- Tortilla con ajonjolí y sobrasada de Ibérico (los que llevan una tira de nori para que la sobrasada no se escape ;-))
En fin, en total usé un paquete de medio kilo de arroz para cuatro personas, y sobró un poco. Las cosas que había preparado para relleno/aderezo y que no usé, las serví en un plato aparte, a modo de
sashimi de pega (pero buenísimo). Y para acompañar todo, una botella de
sake, servido templado, como dios (o los
kami) manda(n).