Daring Bakers Challenge August 2010: Baked Alaska

A pesar del poco tiempo libre que hemos tenido en casa este mes, en el último momento he encontrado el necesario para completar el desafío de agosto. Tenía un aspecto delicioso, y casualmente había encontrado hace algunas semanas una receta de un bizcocho de mantequilla tostada (¿cómo traducir "brown butter cake" si no?), y me había quedado con la idea para hacerlo cuando tuviera la oportunidad. Y eso ha sido ahora.
También está el hecho de que mi familia tenía ganas de algo rico y nuevo (andamos liadísimos con la casa nueva, así que no hay tiempo de hacer cupcakes ni tartas por aquí), y me preguntaban si no tendría ganas de hacer el desafío ;-)

Pongo las recetas en español, porque tengo tantos seguidores hispanoparlantes, y porque estas recetas me parecen muy interesantes y especiales :-) Así que gracias a mi maridín por la traducción ;-)


Ante todo, la línea de control para TDK:
The August 2010 Daring Bakers' Challenge was hosted by Elissa of 17 and Baking. For the first time, The Daring Bakers partnered with Sugar High Fridays for a co-event and Elissa was the gracious hostess of both. Using the theme of beurre noissette, or browned butter, Elissa chose to challenge Daring Bakers to make a pound cake to be used in either a Baked Alaska or in Ice Cream Petit Fours. The sources for Elissa's challenge were Gourmet Magazine and David Lebovitz's "The Perfect Scoop".

He optado por el Baked Alaska, que es más rápido de hacer que los "petit fours" ;-) La receta de helado puedes encontrarla en este enlace: Helado perfecto por David Lebovitz. Los sabores eran a elección propia y he optado por un sabor un poco diferente que he encontrado en la revista "Delicious" (en holandés), según una receta de Abigail Donnelly. Se llama "Helado de Caramelo y Sal marina" y tenía una pinta riquísima en la foto, simplemente imposible ignorarlo ;-) Me recordó uno de nuestros bombones favoritos de Unlimited Delicious (en Amsterdam), que también llevaba sal marina (y romero, pero esa es otra historia).

Aquí voy a daros la receta completa de este helado, que es un poco diferente de la receta de David Lebovitz; si quieres usar su receta puedes añadir el caramelo y la sal después de hacer el helado. Pero entonces no añadas la "pizca de sal" de su receta básica.

Helado de Caramelo y Sal marina
2 vainas de vainilla, abiertas
250 ml de leche entera
750 ml de nata
10 yemas de huevo (¡sí, sí, diez!)
150 g de azúcar fino
1 cucharadita de sal de mar Maldon (que he encontrado en el supermercado en nuestro pueblo, increíble ¿no? ;-) ). También puedes usar sal gruesa.

Para el caramelo:
275 g de azúcar
125 ml de agua

Pon la leche y la nata en un cazo con las vainas de vainilla abiertas. Caliéntalas hasta casi hervir. Retira las vainas de vainilla, rasca su contenido y añádelo al cazo, y déjalo reposar una hora. Bate con la batidora las yemas de huevo y el azúcar, al menos 10 minutos, hasta que obtengas un color claro y una consistencia cremosa. Añade un poco de la mezcla (todavía templada) de leche y nata a las yemas batidas, y mezcla. Vierte las yemas en el cazo de la leche y nata, y caliéntalo a fuego suave, sin dejar de remover, hasta que se espese (¡no lo dejes hervir!) . Viértelo en un cuenco a través de un colador.


Mientras tanto, para hacer el caramelo, vierte el azúcar y el agua en un cazo de fondo grueso, y ponlo a fuego suave hasta que hierva, sin remover. Una vez que hierva, sube el fuego al máximo, hasta que quede de color de caramelo. Ahora tendrás que trabajar deprisa: añade el caramelo caliente (¡cuidado con las salpicaduras!) a la crema inglesa que hicimos en el paso anterior, y añade también la sal gruesa. El caramelo se endurecerá de inmediato, pero se irá disolviendo al enfriar. Remuévelo bien durante el enfriado (pásate de vez en cuando por donde lo tengas, y remuévelo de nuevo). En mi caso no se disolvió todo el caramelo, así que el último trozo lo rompí en trocitos pequeños, y lo repartí por la mezcla. Deja que la mezcla se enfríe bien, y después aún más en la nevera, antes de meterla en la máquina de hacer helado. Vierte la mezcla en el cuenco de la máquina, y ponla a funcionar de acuerdo con sus instrucciones.
Si no tienes máquina de hacer helados, mételo en el congelador, y remuévelo cada 30 minutos. Sigue las instrucciones exactas en este enlace: Hacer helado sin maquina

El sabor es delicioso, suprecremoso (no me extraña, con todas esas yemas de huevo ;-) ), "supercarameloso", y la sal le da al helado un punto muy especial. Eso sí, la próxima vez voy a añadir la sal en el último momento, para que queden granos o copos enteros, como tenía nuestro bombón favorito ;-)


Brown Butter Pound Cake
Casualmente se publicó el mes pasado un nuevo libro de tartas en holandés, de Monica y Saskia Kuhne, que también incluía una receta de cake de mantequilla tostada, y que ya me había causado una impresión estupenda. Lamentablemente no había tenido tiempo para probarla, pero mira por dónde, me encuentro una receta similar en el desafío de este mes.

Aquí está la receta:
275 g de mantequilla
2 tazas (en inglés "cups", en total unos 200 gramos) de harina para cake (puedes hacerla poniendo dos cucharadas de maizena en un jarro de medidas, y añadiendo harina común hasta llegar a una taza. En este caso dos cucharadas de maizena y el resto de harina común hasta llegar a los 200 gramos).
1 cucharadita de levadura química
1 pizca de sal
110 g de azúcar moreno
75 g de azúcar blanco
4 huevos grandes (L)
1 vaina de vainilla o media cucharadilla de esencia de vainilla


Pon la mantequilla en un cazo de fondo grueso a fuego medio. Deja que la mantequilla se ponga marrón (adquiere un tono ámbar y de repente empieza a oler a frutos secos). Pero ten cuidado de que no se queme, ¿eh? Cuanto más marrón quede la mantequilla, más fuerte será el sabor... pero sobre todo, no la quemes ;-) Ponla en un cuenco y déjala enfriar en el congelador hasta que se solidifique (15 a 30 minutos).
Mezcla la harina de cake, sal y levadura química, y tamízalas en un cuenco aparte.
Mezcla la mantequilla y los dos tipos de azúcar un par de minutos, hasta que quede una mezcla cremosa y ligera. Añade los huevos de uno en uno, sin dejar de mezclar, y cuando esté todo bien mezclado, añades las semillas de la vaina de vainilla, o la esencia. A mí siempre me parece que queda más rico con vainilla auténtica, pero rascar las vainas es un trabajo de chinos ;-)
Añade la harina, y mézclala a velocidad baja, justo hasta que quede integrada. Cuanto más mezcles, más gluten se liberará, y la masa se hará más correosa, y eso es justo lo que no queremos ;-)
Pon la masa en un molde engrasado (en mi caso uno de 20 cm), y hornéala a 160ºC, durante 40-45 minutos. El tiempo depende de tu horno, el nuestro es siempre un poco dificilillo ;-) El bizcocho está listo cuando tenga una corteza dorada y ceda a la presión, pero volviendo después a su forma original, y sea relativamente compacto.

Si quieres hacer una tarta alta con un molde de 20 cm, puedes añadir un 50% más de ingredientes.


Déjalo enfriar 10 minutos en el molde (para que no se rompa el bizcocho), y después sácalo y déjalo enfriar del todo sobre una rejilla.

El color del bizcocho queda muy bonito por la mantequilla tostada,y el sabor es rico, pero yo tampoco lo llamaría un descubrimiento increíble. Quizá mis expectativas eran un poco demasiado altas, por todos los comentarios tan positivos de Daring Bakers. Creo que voy a probar la receta con bizcocho de suero de leche (Bizcocho de Buttermilk), y ver cómo sale :-)

Y ahora, la fase final para la Baked Alaska:
Pon el helado en un cuenco pequeño o en uno grande (yo he usado un molde de 15 cm que suelo usar para hacer tartas), pero cubriendo el cuenco primero con film transparente, para que no se pegue el helado. Ponlo en el congelador y déjalo enfriar bien. Corta el bizcocho horizontalmente por la mitad (o dejando una lámina fina, si lo prefieres), y recórtalo al tamaño del helado.

Haz merengue ( yo lo he hecho siguiendo mi receta favorita, la de merengue suizo de Nigella. Vuelca el helado sobre el bizcocho, y ponle el merengue por encima (con una manga pastelera o simplemente untándolo, que es más fácil y práctico, sobre todo con estos calores que estamos pasando ;-) ), de forma que quede oculto todo el helado y el bizcocho. Vuelve a ponerlo todo en el congelador, como mínimo una hora, o mejor, un día entero. 
Por último, quema el merengue con un quemador de gas para crema catalana, o mételo en el horno 2o 3 minutos a 260ºC, hasta que quede de un bonito color dorado (sobre todo las puntas de merengue). Servir inmediatamente :-)

¡Qué aproveche! :-)